jueves, 7 de mayo de 2009

_#..Little Dreams...#__.


En la vida suelen aparecer etapas en las que estamos confusos, no sabemos lo que queremos o creemos no tenerlo claro. En nuestra mente solo hay sentimientos borrosos que nos generan desesperación al saber que aun no están claros, es una sensación de impotencia indeseable. Sentís en tu interior que estas seguro de todo, pero cuando intentas dar un paso mas rápidamente ese pensamiento cambia y hace retornar esa confusión mortificante.
En estos momento la única solución que tenemos es cerrar los ojos, dejarnos llevar por lo que vemos que en realidad queremos, solo eso es suficiente para darnos cuenta , para aclarar toda esa confusión que alberga en nuestro interior.
Basta con cerrarlos e imaginarte a esa persona, dibujarla a tu lado, sentirla cerca por mas fuerte que la distancia sea. Olvidando todo lo malo de la confusión, y afirmando lo que sentimos, creando seguridad en nosotros mismos, una esperanza de que ya todo esta bien, que lo que queríamos ya es realidad. En ese momento los ojos se abren, y lo que imaginamos se desvaneció, la figura se desdibujo, ya no esta mas a nuestro lado. Al dormir intentamos soñar, pero antes necesitamos abrazar, y ahí es cuando la almohada se vuelve una fiel compañera, la abrazamos con la ilusión de que se trasforme en alguien, de que por lo menos nos engañe y trate de parecerse a esa persona tan anhelada por la que los sentimientos alguna ves fueron indecisos, pero no por que no hallan sido verdaderos, si no por que el miedo no los dejaba ser.
Pero no es lo mismo, la almohada no puede suplantar ese lugar, es demasiado blanda, y no se alcanza a sentir el roce de una pierna con otra, la almohada no dice te adoro, tampoco puede abrazar, ni siquiera tenemos el privilegio de tener un cruce de miradas con ella, por que es lo que fue y Será siempre, solo una almohada nada mas que eso.






-¿alguna vez abrazaste tanto a la almohada pensando que podía ser alguien?-
-Todas las noches-.

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